sábado, 20 de octubre de 2007

América Latina frente a una oportunidad histórica

Toda la región se encuentra ante una oportunidad histórica. El creciemiento económico que viene sosteniéndose en la mayoría de los países latinoamericanos, junto a la presente afinidad política de los gobernantes electos en los últimos dos años plantean un desafío y una oportunidad para América Latina.

La región estuvo durante décadas determinada por conflictos limótrofes, posesión de recursos y acusaciones de violación al principio de no intervanción. Pero siempre ha sido una constante el debilitamiento hacia adentro del subcontinente, peleándonos y debilitándonos. Es imposible no hacer alusión al papel tutelar de los Estados Unidos en este período de guerra fría. Lo más increíble es que nuestros estados hayan alcanzado su más alto grado de colaboración durante las dictaduras militares que asolaron a la región. Fue en ese entonces cuando se practico una colaboración más activa: vale decir para la persecución, denuncia, secuestro y tortura de personas a través de las fronteras.

Como es sabido, posterior a esta etapa y con las nacientes democracias recuperadas, el rumbo hacia el despegue y el desarrollo de latinoamércia parecía posible. Pero la crisis de la deuda y las posteriores políticas de salvataje elaboradas por el FMI y otros organismos multilateras de crédito terminarón con la ilusión. De esta forma, América Latina bailó en los 80´s y 90´s al compás del monetarismo. Todo se tradujo en el consenso de Washington y la recetas noliberales. Nuestros Estados compraron el remedio mágico y todavía estamos tratando de revertir el desmantelamiento del Estado y la destrucción del tejido social de nuestros países.

Luego de esto, con los cambios políticos de los últimos años, ha habido un cambio sustancial a reflotar el subcontinente y fortalecer las relaciones latinoamericanas. Procesos de integración regional han y están siendo revisados, otros nuevos están siendo impulsados. Ha habido un explícito descontento general acerca del curso del rumbo de los estados latinoamericanos y un apoyo al crecimiento y desarrollo conjunto de la región, tanto como medio para solucionar nuestras debilidades propias de sociedades duales, como para conformar un poder negociador mayor e incrementar el margen de maniobra en asuntos internacionales.

Muchos son los cuestionamientos acerca de los presentes acontecimientos, pueden objetarse intereses y motivaciones distintas según los estados de la región, pero lo cierto es que el proceso se encuentra en marcha y sólo la apuesta por una mayor integración, participación y desarrollo conjunto puede solucionar los problemas de América Latina y reposicionarla en la estructura de poder global.

A raíz de lo problémático, y muchas veces arbitrario que resultan las generalizaciones, consideramos que es imprescindible analizar los cursos de acción de ciertos países de la región.
"Sólo unidos venceremos", carta de San Martín a O´Higgins

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